Necesitaba ayuda para enfrentarme a una situación familiar complicada y confié en Lucía. No me equivoqué. Su ternura, sus sabias palabras y su infinita paciencia me hicieron crecer y  me fortalecieron. Es una gran profesional y sigo recurriendo a ella hoy día

No hacía otra cosa que llorar. Lloraba por la pérdida de un ser querido, lloraba por sentirme ajena al mundo, lloraba por sentirme débil…Lucía me acompañó en todo el proceso, con su paciencia infinita consiguió que aceptara las lágrimas, que volviera a sentirme yo, que después de todo, fuera más fuerte. Y lo soy y gracias a ella, lo seré siempre. Gracias Lucía 😉

“A veces ocurre que te pierdes en tu propio laberinto de emociones y pensamientos. Y dando vueltas te desesperas sin ver salida. En ese punto me encontré yo con Lucía, y tal y como me prometió el primer día, me acompañó durante todo el proceso de autoconocimiento y toma de decisiones hasta que llegué a una salida. Caminando hacia esa salida me dejó con una sonrisa y con la mochila llena de herramientas por si me volvía a perder. Mira para atrás y sólo puedo decir gracias, gracias por señalar hacia la felicidad y animarme a andar hacia ella”